2014/05/20

Crónica del intento a cumbre, relatada desde el Campo Base

Alex Txikon y sus compañeros de expedición han llegado hoy al Campo Base, "exhaustos, pero bien". Desde allí, el alpinista vizcaíno nos envía la crónica que recoge los detalles del trabajo realizado estos últimos días y el intento fallado de cumbre.
Miércoles, 14: Salimos del campo base. En un primer grupo vamos Adam [Bielecki], Dima [Dmitri Sinev] y yo. El plan es que al día siguiente día siguiente lo hagan Artium [Artem Braun] y Denis [Urubko], y vengan un día por detrás para intentar reunirnos todos el 17, el día que teníamos previsto equipar hasta los 7.500 metros y previo al ataque a cumbre. El día 14. Llegamos al C-1, a 6.000 metros, justo en la base de la pared que lleva al collado norte.

Jueves, 15: Un día duro y largo. Llegamos al collado norte, a 7.050 metros. Hasta aquí todo correcto y bajo control, dentro de lo que cabe. A partir de aquí empieza la hora de la verdad.

Viernes, 16: Salimos muy cargados a intentar llegar al hombro (7.500 m.). Pero no pudo ser, así que plantamos la tienda a 7.250 metros y Adam y yo salimos a equipar los metros que podamos hacia arriba para quitarnos trabajo del día siguiente. Adam asume la responsabilidad escalando de primero y yo cargando detrás, mientras Dima nos espera en la tienda. Luego escalo yo un largo precioso y durísimo, de 70 metros y una dificultad en roca de al menos 6a. Lo escalo en libre y no veáis lo que me costó al día siguiente repetirlo a jumar. Tras equipar tres largos descendemos a la tienda, después de más de 12 horas de actividad.

Photo: Adam Bielecki's collection
Sábado 17: Llegamos o llegamos al hombro. No nos planteamos otra opción. De nuevo toca desmontar tienda, recoger todo, llenar la mochila, etc, etc… Salimos pronto hacia el hombro, remontamos lo fijado el día anterior y llega mi turno. Me toca escalar un primer largo no muy difícil, aunque… ¿a esta altura hay algo que no lo sea? ¡Todo es terriblemente difícil!.
El segundo largo es el más expuesto. Paso miedo. Y ya en el tercero, tras 3 o 4 metros verticales aparecen unas cuerdas viejas a las que me agarré lo que pude pese a ser consciente de lo peligroso que es, pero… ¿a 7.500 qué no es peligroso? Finalmente, tras otra larga jornada de 12.horas, instalamos el definitivo campo 3 a 7.600.
Cuando estamos acabando de mobtarlo, de repente… ¡Qué alegría!... Oigo la voz de Denis. ¡Qué bien! El plan ha salido perfecto. Como lo hablamos en el base. ¡Increíble!. Intentaremos cumbre en unas horas todos juntos.
Para Adam, Dima y yo las dos jornadas anteriores han sido quizás demasiado duras como para intentar cumbre en apenas unas horas, pero en montañas como estas, estando tan altos, no se pueden desaprovechar las oportunidades. Así que todos ‘pa’ cumbre.

Photo: Adam Bielecki's collection
Domingo, 18: Adam, Dima y yo salimos desde algo más bajos a las dos y veinte de la madrugada. A las tres nos juntamos con Denis y Arteum. Llegamos todos juntos hasta la base del cruasán, prácticamente a 7.850 m., y llegan las primeras dudas: hay hielo vivo y bastante vertical, al igual que en toda la ruta. Parece que el ataque a cumbre, aparte de muy vertical, es muy muy peligroso. El mínimo error conlleva caer 2.500 metros. Dudo ,me quedo con Denis y Arteum. Finalmente, Adam y Dima regresan, es decir, bajan como 75 metros y nos reencontramos todos. Debatimos y finalmente decido a subir con Adam y Dima, mientras Denis y Arteum se dan la vuelta.
Superamos la primera zona peligrosa y, de nuevo por un largo couloir muy muy tieso de 60 o 70 grados, llegamos a un primer resalte. Lo superamos por la derecha y fijo la cuerda. Un segundo largo para Adam.y, de nuevo a pelo, llegamos a una zona de roca muy vertical. Parece que desde aquí en travesía podremos llegar al collado de los gendarmes. Dima pasa primero la zona de roca. Tras el voy yo y, de pronto, me encuentro un cuerpo semienterrado. Me había ocurrido antes pero no como hasta entonces. Estaríamos en la cota 8.000, y un escalofrío recorre mi cuerpo. ¿Por qué será? ¿Nosotros también podemos acabar así? ¿Es por eso? ¿Nuestra apuesta es quizás lo suficiente arriesgada para como acabar a sí? Giro la cabeza, aprieto los dientes e intento no perder concentración.

Photo: Adam Bielecki's collection
Vamos justos de tiempo y algo lentos. Creo que Adam me insinúa tres o cuatro veces para que dejemos nuestras mochilas, ya que llevamos mucho peso para intentar hacer la travesía y bajar por la vertiente Sur. Pero no le hago caso. No me preguntéis el porqué de mi cerrazón. El objetivo de la cumbre y la travesía no me dejaba pensar. Simplemente escalaba y ganaba metros con mucho peso. Mi objetivo estaba en el collado, para dejar allí las mochilas y llegar a la cumbre. Hasta que a hacía las 4 de la tarde más o menos, Adam me paró los pies. Y con razón. Fue la decisión perfecta, o creo que hicimos lo correcto. Nos dimos la vuelta y emprendimos el descenso. Estaríamos por encima de los 8.400, casi 8.500 porque teníamos a nuestra altura la cima del Yalung Kang.
Y es el momento en el que me veo vivaqueando a 8. 500. Creo que gracias a Adam hicimos lo correcto y salvamos nuestras vidas. Apuramos demasiado, pero en montañas como estas, y tan sólo 5 personas, la apuesta es arriesgada. Anochece y baja la temperatura, estamos cerca pero lo peor está por llegar. Adam desciende muy rápido, yo voy tras Dima e intentó cramponar lo mejor que puedo. o lo que las fuerzas me permiten.
De repente, sobre los 7.900 más o menos, dejo de ver la frontal de Adam. Calculo el punto en el que dejo de verle, llegamos y empiezo a gritar su nombre. No le oigo. Pienso “se ha caído y se ha matado, no...no....joder”... De pronto veo algo… ¡Es él haciendo luces con el mechero! Y oigo su voz. No se lo que ha sucedido, pero estoy seguro de que ha caído. En efecto, hora y veinte minutos después llegamos hasta su posición. Ha perdido la frontal y está hipodérmico. Intentó animarle, como me ha sucedido en otras ocasiones. Pero a pesar de su aspecto me doy cuenta que no hace falta reanimarle ni nada. No ha entregado su cabeza. Dima ata sus crampones ,y nos ponemos de nuevo en marcha. Lo que le pasó es que se sentó a esperarnos, se relajó, patinó como 100 metros y no sabe cómo pero logró parar. Un milagro. Uno entre un millón.
Qué curioso. Creo que Adam nos salvó la vida dándonos la vuelta a 8.500 y ahora nosotros se la hemos salvado a él. Está con mucho frío y le dejó la frontal para que se adelante a la tienda. Pero según le doy la frontal, el que se queda jodido soy yo. ¡Joder! doy dos pasos por un terreno peligrosísimo detrás de la sombra de Dima, y ¡joder! es que no veo nada. ¡Estamos perdidos! Creo que tras la caída de Adam hemos perdido mucha altura, y no encontramos la tienda. Gritamos y …. ¡Eeeeooohhhhh! Denis y Arteum nos hacen señas… Parece que llegamos… Si, estamos en las tiendas… son las doce y media de la noche. ¡Estamos a salvo!.

Photo: Adam Bielecki's collection
Lunes,19: Finalmente y tras pasar mucho miedo y estar vivos de milagro, los tres llegamos a las tiendas. Me meto en una con Denis, que parece que mañana lo quiere intentar. Y así és. A las 5 y diez de la mañana sale para cumbre y tan sólo 4 horas y media más tarde llega a la cima. ¡Increíbleeeee! ¡Denissss, súper Denis! Eso solo está a la altura de muy muy pocas personas.
Mientras, el resto descendemos en dos grupos. Arteum y yo y Adam y Dima. Nosotros somos los primeros en llegar al C-1. Más tarde lo hace Denis, que baja de la cumbre a velocidad supersónica y ha adelantado incluso a Adam y Dima, que son los últimos en llegar. ¡Qué alegría! Estamos todos sanos y a salvo por que la cosa estuvo recia y se pudo complicar mucho. ¡Todos en el C-1 y con la cumbre!. Estoy feliz, muy feliz pero apenas tengo fuerzas. Me queda muy poca.

Martes, 20: Hoy hemos madrugado muchísimo y hemos llegado antes de mediodía al campo base. No os podéis pensar lo al límite que hemos estado. Han sido los tres días más al límite de mi vida. He llegado muy cansado, pero también muy, pero muy contentó de lo que hemos hecho. Ahora me empiezo a sentir vivo de nuevo. Me duelo mucho el pie izquierdo. Ahora me toca mirarme lo que tengo. Es la segunda cosa que voy a hacer recién llegado al CB. No os vais a creer cuál es la primera. No es ni agua, ni una coca cola, ni comida a pesar de llevar tres días sin comer. Es curioso, pero desde las 5 de la mañana hay una canción una canción que me está dando vueltas en la cabeza. Una canción que en los momentos de flaqueza me ha hecho apretar los dientes y seguir adelante. Y llegar hasta el campo base: Oreka del grupo Berri Txarrak. Y así ha sido. Y ahora sí, ahora toca mirarme el pie izquierdo.

Gailur ahaleginaren kronika, behe kanpalekutik kontatuta

Alex Txikon eta bere soka-lagunak Kangchenjunga iparraldeko behe kanpalekura iritsi dira gaur eguerdian (08:30 inguru Euskal Herrian), "leher eginda, baina ondo". Bertatik, egun hauetan bidean gora gailurrera heltzeko ahaleginean bizitakoaren kronika bidali digu alpinista bizkaitarrak.

Photo: Adam Bielecki's collection
Maiatzak 14. Behe kanpalekutik abiatu ginen, hasiera batean Adam, Dimitri eta hirurok, hurrengo egunen Denis eta Arteum aterako ziren eta maiatzaren 17an denak elkartzea zen asmoa, 7500 metrora arte hornituko genuen egun berean, hain zuzen. Maiatzaren 14ean, lehen egun honetan, 6000 metroko altuerara heldu ginen.

Maiatzak 15. Egun luze eta gogorra. Ipar lepora heldu ginen (7050m). Honeraino dena zuzen eta kontrolpean, mendiak utzi zigun neurrian. Aurrerantzekoa izango zen egiaren ordua.

Maiatzak 16. Pisu handia bizkarrean hartuta, goruntz abiatu ginen 7500 metrotara heltzeko asmoz, baina ezinezkoa izan zen eta 7250 metrotan ezarri genuen denda. Segidan, Adam eta biok hornitzera atera ginen; oraingoan, Adamek hartu zuen ardura beregan lehenengo postuan eskalatuz, nik zama lana egin nuen. Dima, bien bitartean, gure zain geratu zen 7250 metrotan, denda barruan. Tarte honetan egindako lanaz azpimarratu nahiko nuke 70 metroko luze ederra eta gogorra eskalatu nuela librean, 6a zailtasunekoa haitzean. Kostatu zitzaidan gero! Hiru luze hornitu ostean, 12 orduko lana eta gero, dendara itzuli ginen.

Photo: Adam Bielecki's collection
Maiatzak 17. Aurreratu beharra dago. Berriro ere denda jaso… eta abar. Goiz irten ginen leporantz, Adam eta biok bezperan hornitutakoa igo eta nire txanda iritsi zen. Lehenengo luzea ez zen bereziki zaila izan, nahiz eta altuera horietan dena den ikaragarri konplikatua! Nire ustez, bigarren luzea izan zen arriskutsuena, beldurra pasatu nuen. Hirugarren luzean (34 metro bertikalean) soka zaharrak agertu ziren, ahal izan nuen moduan heldu nien, jakin arren ez zirela oso fidagarriak; baina, zer ez da arriskutsua 7500 metrotan? Azkenik, beste 12 orduko lana eginda, behin betiko C3a ezarri genuen 7600 metrotan. Bat-batean, Denisen ahotsa entzun nuen, a ze poza!, hitz eginda genuen moduan, denak elkarrekin ginen berriro ere. Sinestezina! Gailurrerantz aterako gara ordu batzuen buruan, guztiok batera. Beharbada, Adam, Dimitri eta niretzat aurreko egunak gogorregiak izan dira orain tontorra saiatzeko, baina horrelako mendietan, hain altu egonda, ezin dira horrelako aukerak pasatzen utzi. Hortaz, bagoaz!

Photo: Adam Bielecki's collection
Maiatzak 18. Adam, Dimitri eta ni apur bat beheragotik atera ginen 02:20ean, eta 03:00etan Denis eta Arteumekin elkartu ginen. ‘Croissant’aren oinarriraino bostok elkarrekin heldu ginen, kasik 7850 metrotan. Lehenengo zalantzak izotz bizi eta bertikalarekin batera etorri ziren. Bide osoa bezalaxe, bazirudien tontorreranzko azken txanpa ere oso tentea eta arriskutsua izango zela, akats txikienak ere 2500 metroko erorketa ekar zezakeen. Nik ere zalantzak ditut, Denis eta Arteumekin geratu naiz hasiera batean. Segidan, 75 bat metro atzera egin ostean, Adam eta Dimitri ere itzuli dira guregana. Bostak elkartuta, eztabaidatu eta, azkenean, Adam eta Dimitrirekin batera gora egitea erabaki nuen; Denis eta Arteum, ordea, buelta eman eta beherantz atera ziren. Lehenengo tarte arriskutsua gaindituta, berriro ere 60-70 bat graduko luze tentean gora, irtengune edo resalte batera heldu eta eskuinaldetik pasatu genuen soka fijatu arte; bigarren luzea Adamentzat eta, berriro ere aseguratu gabe, haitz-tarte oso bertikal batera iritsi ginen. Bazirudien bertatik, zeharka, jendarmeen lepora hel gintezkeela. Dimitri izan zen haitz-tartea gainditzen lehena, atzetik ni. Lehenago ere gertatu izan zait, baina beharbada ez oraingo honetan bezala: erdi lurperatutako gorpu bat aukitu nuen parez pare, 8000 bat metrotan egongo ginen, hotzikara batek gurutzatu zuen nire barrena. Guk ere amaitu dezakegu egoera berean?

Photo: Adam Bielecki's collection
Gure apostua, agian, nahikoa arriskutsua da horretarako. Burua aurrerantz ekarri, hortzak estutu eta kontzentraziorik ez galtzen saiatu nintzen; larri samar goaz denboraz eta apur bat mantso. Adamek hiruzpalau aldiz ulertarazi dit motxilak utzi beharko genituzkeela, pisu gehiegi daramagulako (zeharkaldia egitea dugu buruan, iparraldetik igo baina hegoaldetik jaistea). Ez galdetu zergatik, gailurrera iritsi eta zeharkaldia egiteko gogo biziak ez zidan pentsatzen utzi, besterik gabe eskalatzen segitzen nuen, metroak irabazten. Azken lepora heltzea nuen buruan, agian bertan motxilak uzteko. Gora eta gora jarraitu nuen, harik eta arratsaldeko 16:00etan
Photo: Adam Bielecki's collection
Adamek oinak gelditu zizkidan arte. Arrazoi osoa zuen, uste dut erabaki egokia hartu genuela: buelta eman eta beheranzko bidea hartu genuen, 8400 bat metrotan egongo ginen. Une batez, nire burua han bibakeatzen ikusi nuen… Adami esker onena egin eta gure biziak salbatu genituen. Gehiegi apuratu genuen agian, baina gisa honetako mendietan, 5 lagun, apostua arriskatua da beti. Ilundu eta tenperaturak behera egin zuen, kanpalekutik gertu ginen, baina okerrena heltzear zen. Adam oso bizkor doa beherantz, ni Dimitriren atzetik noa nire onena ematen, indarrek ahalbidetzen didaten neurrian. 7900ko altueran ginela, bat-batean, Adamen frontala ikusteari utzi nion. Puntua zein zen kalkulatu eta harantz abiatu ginen bere bila. Iritsi eta bere izena oihukatzen hasi nintzen, ez diot entzuten, “erori da eta akabo” pentsatu nuen. Baina, bat-batean, zer edo zer ikusi nuen, Adam zen, metxeroa piztuta seinaleak egiten. Bere ahotsa entzun nuen. Ez nekien zergatik edo nola, baina ziur nintzen erori egin zela. Ordu eta erdi geroagoa heldu ginen beregana, frontala galduta zuen, eta hipotermiaz dardarka ari zen. Animatzen saiatu nintzen antzeko egoeratan beste batzuetan egin bezalaxe, baina, itxura txarra zuen arren, berehala antzeman nuen burua behar bezala zuela. Dimitrik lotu zizkion kranpoaik, eta martxa.
Photo: Adam Bielecki's collection
Gerora kontatu digunez, gure zain geratzeko eseri eta irrist egin zuen, 100 bat metro! Ez daki nola baina geratu egin zen, miraria, milioi batetik bat. Bitxia da: esango nuke Adamek salbatu zigula bizia buelta eman beharraz ohartarazi zigunean, eta orain guk itzuli diogu. Hotzez dardarka zegoen Adam, eta frontala utzi nion dendarantz aurreratu zedin. Orduan ni geratu nintzen izorratuta, argirik gabe eta terreno konplikatuan. Dimitriren itzala segitu nuen, ezin ezer ikusi… galduta ginen, ez genuen denda aurkitzen! Altuera gehiegi galdu genuen erorketaren ostean. Baina… hara! Denis eta Arteum seinaleak egiten ari zaizkigu! Berriro ere gorantz… dendara iritsi arte. Oso berandu zen, 00:30ak inguru, baina onik ginen. Beldurra eta sustoak pasata, baina bizirik. Denisekin batera sartu nintzen, badirudi bihar saiatu nahi duela. Eta halaxe egin zuen.

Photo: Adam Bielecki's collection
Maiatzak 19. Goizeko 5:10ean, gailurrerantz atera zen Denis; lau ordu eta erdi geroago bertan zen, sinestezina, Denis, SuperDenis… oso gutxi dira halakorik egiteko gai. Hortaz, hiru taldetan banatuta jaitsi ginen: Arteum eta biok batetik, Adam eta Dimitri bestetik, eta Dima bakarka. Lehenik gu biok iritsi ginen C1era (6000 m), gero Denis (tontorra egin ostean), eta azkenik Adam eta Dimitri. Poztasuna erabatekoa da denak onik gaudelako, egoera latza izan den arren are konplikatuagoa izan zitekeelako. C1ean eta tontorrarekin, pozik nago, zoriontsu, baina ez daukat apenas indarrik. C1ean egin genuen gaua.

Maiatzak 20. Goizean goiz jaiki eta eguerdia baino lehenago iritsi gara kanpaleku nagusira. Oso mugan ibili gara, muturreraino estutu ditugu gure indarrak, esango nuke nire bizitzako hiru egunik latzenak izan direla. Leher eginda heldu naiz, baina egin dugunarekin oso pozik , eta gainera bizirik nagoela sentitzen hasi naiz berriro ere. Min handia dut ezkerreko oinean, orain begiratuko dut hobeto; bigarren gauza da hori. Lehenengoa ez da ez ura, ez Coca Cola bat, ezta jana ere (nahiz eta hiru egun daramatzadan mokadurik gabe)… goizeko 05:00etatik abesti bat daramat buruan bueltaka, une latzetan hortzak estutzen lagundu didana: Berri Txarrak-en Oreka.

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