Con él ascenderán Adam Bielecki y el
ruso Artem Braun, mientras que Denis Urubko y el ruso Dmitri Sinev han
ascendido hoy hasta ese mismo C-1 y mañana subirán al campo 2 (6.400
m.).
Artem Braun, Denis Urubko, Alex Txikon. BC. |
Debido a la exigencia física y técnica
de la nueva ruta de la cara Noroeste, Alex, Denis y Adam han planeado
aclimatarse perfectamente en la ruta británica, hasta el punto de que
quieren llegar a la cumbre del #Kangchenjunga
por ella. Y hacerlo antes del día 15 de mayo. A continuación,
descenderían al campo base y tras unos días de descanso afrontarían la
apertura de la nueva ruta por el centro de la pared Noroeste. La exigencia de este plan diseñado por
Denis les ha llevado a internarse en la montaña apenas dos días después
de llegar al CB y sin ni siquiera disponer aún de todo el material de
montaña. Según ha explicado Alex Txikon por teléfono vía satélite, “hemos
adelantado la llegada al CB tres días sobre lo previsto, así que muchos
de los porteadores aún están por el camino. Estamos en el campo base
con lo justo. Y casi sin material. Apenas tenemos tres o cuatro
tornillos de hielo y yo, por ejemplo, mañana voy a subir con unos
crampones que me ha dejado Denis porque los míos aún no han llegado”.
Adam Bielecki & Alex Txikon. BC. |
“Su ubicación es
buenísima, tenemos justo delante las cumbres del Kangchenjunga principal
y del Yalung Kang y el campo base es una maravilla. Hemos montado las
tiendas en una campa de hierba y alrededor tenemos varias chabolas de
yakeros que nos sirven de almacén y cocina”. El problema es que se encuentra un poco lejos de la base de la pared. “Tenemos
que descender casi 200 metros de desnivel hasta la morrena del glaciar
y cruzarlo antes de meternos en la ruta. Hoy, por ejemplo, Denis y
Dmitri han tardado más de 7 horas en llegar al C-1, aunque esos tiempos
iremos mejorándolos según avancemos en la aclimatación”.
El grupo se encuentra absolutamente
solo en el campo base de la cara Noroeste, situado a 5.100 metros de
altitud y con el que Alex Txikon está encantado.
A Alex le ha sorprendido las dimensiones de la montaña. “Esto más que una montaña es un macizo. ¡Es gigantesco! Mucho más grande que el K2 o el Makalu. Va a ser muy duro”, añadía. “Aunque
también tenemos muchas ganas de meterle mano. No vamos a perder ni un
día mientras la meteorología nos lo permita. Cada vez que subamos será
para hacerle daño a la vía porque en tres o cuatro idas queremos estar
preparados para ir a la cumbre”.
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